Nuestra generación está viviendo un ecosistema laboral totalmente distinto, donde la incertidumbre predomina. Y una de las cosas que nos toca vivir es estar en desempleo  y eso supone estar fuertes o por lo menos saber que nos tenemos que fortalecer, porque tendemos a ponernos en lo peor. Por eso este post, porque leer que de todo se sale, AYUDA o por lo menos esa intención tenemos. Acabo de salir del desempleo y como sé que por desgracia volveré, voy a compartir enseñanzas básicas y prácticas, ya sea para quién esté en esta situación como para cuando yo vuelva.

1. DATE UN RESPIRO:

Se va acercando la fecha del final de contrato y ves que no se mueven las fichas de tu alrededor, o de repente te llaman al despacho de tu responsable para darte la fatídica sorpresa, seguramente sufras alguno de estos síntomas: ojeras, nervios a flor de piel, malhumor dirigido a los que no se lo merecen (familiares, parejas, amigos…), atracones de comida, tristeza…

Ante esta situación agotadora ¿qué hago? Pues NADA, porque seguro que si estás leyendo este post es porque eres una persona responsable e incluso te sientes culpable por todo lo que está pasando. Pero no es tu culpa, es la suya y la del sistema. Es importante que no usemos el verbo SER con desempleado/paro sino el verbo ESTAR y así poder luchar contra esta situación.

Terminado el contrato, lo que tienes que hacer es desconectar. No es sano que empieces en otro sitio o que te pongas a buscar con la mala hierba acumulada. Es complicado y cuesta, así que retoma tus hobbies, dedícate a los tuyos, disfruta de las pequeñas  cosas y haz aquello que has ido dejando por el trabajo.

2. APRENDE DE TODO:

Estás en un período que parece que no tienes nada que hacer. Pero es incorrecto ya que lo que debes hacer es resurgir con fuerza. Y para eso está el aprendizaje: te da la savia que necesitas para estar fuerte y así empezar con ganas. Una de las cosas que he hecho en este último período de desempleo es analizar y aprender de las siguientes cuestiones (podía parecer que no hacía nada pero estaba haciendo mucho):

  • ¿ Qué he hecho? De las tareas que te has dedicado, resúmelas en una frase e incluso las he aglutinado en conjuntos y puesto títulos. Te dará confianza para responder sobre tus competencias profesionales.
  • ¿Cómo eres? Tenemos ya una personalidad con características marcadas y es útil saberlas y describirlas porque hay que saber venderse y además una de las preguntas más repetidas en una entrevista es ¿qué virtud destacarías?
  • ¿Qué te gustaría saber? Somos un ser en formación (esta frase ya te lo explica). No te cierres a que esto no sabes hacerlo y busca la forma de cómo aprenderlo. Yo he aprovechado este tiempo a aprender cosas que tenía pendiente (cursos profesionales como no profesionales)
  • ¿Qué he aprendido en este tiempo? Puede ser un buen momento para que te des cuenta en qué piedras que te has caído y tenerlas ya en mente. Haz listas y te sorprenderás.
  • ¿Qué no debería de volver hacer? En colación a todo lo anterior ,es bueno saber qué haces tú mal para no seguir haciendo cosas que te hacen mal ( hacer horas extras que nadie valora, no decir NO, no quejarte…hay un listado tan amplío)

De todo lo que pienses, escribas, taches, reescribas, compartas…quedarán posos que serán nuestro abono.

3. SACA EL EXPLORADOR QUE HAY EN TÍ:

Toca ponerse las pilas y saber dónde puedes buscar tu nueva oportunidad laboral. No sé en qué estado estás ni qué perfil tienes. Pero comparto esta receta por si aún no la has probado y quieres intentarla. Cociné (a fuego lento) tres tipos de búsquedas simultáneas:

  • La soñadora: donde la protagonista es la visión de donde te ves y quieres verte. Piensa en el camino para llegar ahí e incluso el equipaje que quieres llevar ( hasta incluso la qué tendrás que facturar: tiempo libre, movilidad geográfica, salario…) A lo mejor no acabas en el trabajo soñado pero sí sabiendo dónde quieres ir y te plantees los nuevos curros como «paradas solicitadas» para finalmente ir a ese destino.
  • La práctica: tienes experiencia de 3 años en este puesto y sigues buscando en lo mismo ¿por qué? porque es más fácil, da seguridad, y también comodidad.
  • La del mercadeo: ofertas que te llegan por acciones que no tienen que ver contigo. Ya sea porque tu círculo está también en la búsqueda, porque tus redes sociales te hace ver lo que ofrecen o porque estás en sitio y momento adecuado para que te ofrezcan tu nueva oportunidad laboral.

Aviso que en estas búsquedas hay días que no sale nada, días que sólo sale morralla y días que por desgracia sale el ofertón del día pero que no es para ti.

4. CONÉCTATE:

Ponte  a crear tu red profesional. Tienes que buscar a gente de otros empleos (no sólo a compañeros sino también a clientes y proveedores que tuviste trato), si haces  cursos quédate con sus datos y así seguir compartiendo cosas que os enriquezcan y siguiendo con la faceta soñadora busca a aquellas personas que tienen el perfil profesional que te gustan y pide sin vergüenza “conexión” (para la otra persona debe ser un honor). Hay que aprovechar todo lo que ofrece el mundo de las redes sociales profesionales y ver si se pesca algo.

5. TRABAJA:

Parecerá una tontería pero buscar trabajo ya es un empleo. Tómatelo como tal y ponte horario, tareas, objetivos, resultados, reuniones con compañeros de trabajo que puedan darte feedback de cómo están las cosas y con amigos que pueden ayudarte con tu CV y con nuevas fuentes de búsquedas, apúntate a conferencias y cursos interesantes. Incluso cuando pasees, viajes, comas…dale el toque profesional e investiga qué oportunidades te puede ofrecer al plan que te hayas marcado.

6. Insertar en nuestra mentalidad: Pensar como si siempres buscaramos trabajo.

Acabamos el post deseando mucha suerte y ánimo porque es una etapa dura, a la que no nos han enseñado estar y que nunca se sabe qué funciona y puede pasar. No queremos que lo paséis solos y por eso queríamos sacar este post. Todo nuestro apoyo

Escrito por:helloyoungstersblog

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